jueves, 12 de noviembre de 2009

A

"A", es una mujer extraordinaria, excelente esposa, gran madre, y por sobretodo muy buena amiga y compañera. En los inicios de nuestra relación, me enseñó y aprendimos muchas cosas juntos. Deje toda mi vida por ella, cambié mi estabilidad por una vida incierta, que, gracias a Dios, ha sido mejor de lo que esperaba. Ella me dió una hija, que es la luz de mis ojos, mi tesoro y mi verdadera razón de vivir. Lamentablemente, nada es para siempre, y ese amor desbocado que nos unió en su momento, hoy es un gran cariño y una unión obligada por las responsabilidades. Lo hemos sabido sobrellevar, pero creo que ambos sabemos, que en algun momento, esto tiene que acabar. Ojala que cuando llegue ese momento, seamos lo suficientemente maduros como para quedar en buenos terminos, y que se mantenga este cariño tan grande que nos tenemos y que hace soportable la vida que nos hemos visto obligados a llevar.

2 comentarios:

  1. Dicen que donde hubo fuego quedan brasas.

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  2. Es probable.... pero ya ni siquiera tengo ganas de aferrarme a esa teoria

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